El árbol que dura generaciones: sombra frondosa y nueces todo el año


Hay árboles que parecen pensados para acompañar una vida entera: crecen con paciencia, dan una sombra tan generosa que vuelve habitable cualquier rincón del verano y, con los años, ofrecen frutos que se convierten en parte de la memoria familiar. Son esos gigantes tranquilos que alguien plantó mucho antes de que llegáramos, para que hoy su presencia sea un regalo cotidiano.
Entre ellos, pocos encarnan mejor esa idea de legado que el nogal. Imponente, longevo y productivo, combina una copa frondosa con la promesa anual de sus nueces, un equilibrio que lo volvió uno de los árboles más valorados en jardines, chacras y veredas del país.
Su mayor crecimiento se da en Mendoza, San Juan, Catamarca y La Rioja, territorios donde los especialistas realizan grandes plantaciones, para luego vender la nuez a otras partes del mundo.
El nogal alcanza hasta 25 metros de altura y tiene una copa frondosa, que proporciona una sombra abundante que refresca patios, terrazas y jardines. A continuación sus beneficios, que van más allá de su estética:
Aunque su crecimiento es lento los primeros años, plantar este árbol es un trabajo simple:
Fuente: www.clarin.com



